Gabriel
Me gusta pensar que la raza humana tiene salvación.
Que hay más personas buenas en el mundo que almas perdidas en la maldad y el odio.
Pero hay días como hoy que la realidad golpea mi linea de flotación.
La linea de la vida.
Y me hunde en la desesperación de pensar si merece la pena luchar por un mundo mejor o ya perdimos la oportunidad de redimirnos.
Cuando alguien puede dar muerte a un niño inocente, feliz y lleno de ilusiones.
Cuando alguien es capaz de quitarle la vida a un niño de ocho años, qué esperanza me queda de que tengamos arreglo?
Adios Gabriel, pequeño pescaito… Nos encontraremos en un mundo mejor.